La exposición de David Bowie ya está en Barcelona
Es su último Tour, una Gira mundial de enorme éxito en la que Bowie no está en persona pero sí sus metamorfósicos espíritus: desde el Mayor Tom a Ziggy Stardust, el extraterrestre bisexual que se convirtió en estrella del rock para después caer atrapado en su propio ego.
“No hay nada que aprender del éxito (…) Todo se aprende del fracaso” (Bowie).
La muestra producida por el Victoria and Albert Museum con la colaboración del artista en vida, ha dado acceso total a sus archivos, y ha seducido ya a un millón y medio de visitantes en su recorrido desde su estreno en 2013.
Lo sorprendente es que en su gran mayoría, es un público joven. No es solo el testimonio de una época: Bowie -y la exposición- han trascendido el tiempo con una huella muy profunda, cada nueva generación descubre sus puntos de interés.
La exposición explora las colaboraciones de Bowie con genios de la moda, la fotografía, el diseño gráfico, el teatro, el cine, la escenografía y el sonido… Arte audiovisual total.
La exposición incluye más de 300 elementos, desde canciones manuscritas, instrumentos, sets de escenarios, audiovisuales, diarios que revelan la evolución de su creatividad y, por encima de todo, sus trajes, los grandes protagonistas: Los monos de Ziggy Stardust(1972) diseñados por Freddie Burretti, los icónicos chaleco negro y camisa del tour Station To Station, el traje de Serious Moonlight del 83 y el extraordinario bodysuit de vinilo “Tokyo Pop” de Kansai Yamamoto para la gira Aladdin Sane. Desde el Bowie más salvaje al más glamouroso.
La última sala recoge ejemplos de la influencia en nuestra vida diaria y de una visión que arrancó en los sesenta, cuando un joven del suburbio londinense de Beckenham montó un Laboratorio de Artes en el pub The Three Tuns (actualmente The Rat and Parrot, en High St. y lugar de peregrinación) donde además de actuar en directo, invitaba a artistas visuales, poetas, experimentadores de la luz, actores de teatro callejero, bailarines y cualquier otro talento que contribuyese a crear un Arte escénico total. Desde aquella modesta plataforma se inició la odisea espacial de Bowie.
Anteriormente la exposición estuvo en Tokyo, y Barcelona es su última etapa en Europa. Las entradas ya están a la venta y estarán hasta el próximo 25 de septiembre en el Museu del Disseny de Barcelona.