Más esplendor, una piel más sana y pelo brillante son sólo algunos de los beneficios que vas a obtener con esta milenaria receta japonesa.
Puedes conseguir un cuerpo sano y una piel preciosa usando sólo dos ingredientes muy accesibles: agua y arroz.
Está llena de propiedades para la piel, vitaminas, minerales, especialmente PABA (ácido paraaminobenzoico que es una sustancia que se usa en productos de protección solar y cuidado de la piel), alantonina, y ácido ferullico, especialmente estos son los antioxidantes que tienen un efecto anti-inflamatorio en la piel.
El agua de arroz también contiene inositol, un complejo que promueve el crecimiento de las células, puede retrasar el proceso de envejecimiento y es un estimulante para el flujo sanguíneo, disminuye la aparición de poros abiertos y le da más vitalidad al rostro.
Puedes conseguir un doble propósito cuando cocinas el arroz, aprovechando el agua que sobra al cocerlo. En esta agua el arroz ha liberado algunas de sus propiedades útiles para la belleza.
Se puede beber mientras está caliente, o puedes dejar que se enfríe y tomarla así, o también utilizarla para lavarte la cara o el pelo con ella.
Beneficios que aporta el agua de arroz para la salud:
– Cura náuseas, vómitos y disenterías.
– Estimula la producción de leche materna.
– Con éxito previene la gastroenteritis.
– Regula la temperatura del cuerpo.
– Previene y cura el estreñimiento.
– Proporciona energía.
Beneficios cosméticos que aporta el agua de arroz:
– Lavando la cara con agua de arroz frecuentemente, tu piel será más suave.
– Es un excelente sustituto tónico.
– Borra manchas producidas por las radiaciones solares, hormonales y de la edad.
– Ayuda a las irritaciones o inflamación en el rostro a causa de brotes de acné.
– Evita el envejecimiento prematuro de la piel.
– Ayuda a cerrar los poros dando aspecto de piel de porcelana.
– Da brillantez y fuerza al pelo ya que posee vitaminas como el complejo B, hierro, potasio, magnesio y ácido fólico.
Nota: Se recomienda usar el arroz orgánico que no ha sido alterado con blanqueadores químicos, ni rastros de pesticidas.