ATÍPICO DESDE 1984.
La definición perfecta de la firma Desigual es: “no es lo mismo”. La propia compañía consideran que con sus diseños crean un mundo mejor.
Su fundador, Thomas Meyer, durante un viaje a la isla ibicenca transformó unos pantalones en una cazadora vaquera, convirtiéndose ésta en la primera pieza de Desigual.
Esa forma tan inesperada de quebrar las normas dentro del mundo de la moda, fue el factor principal de su éxito. Ese acto de creatividad generó la venta de todas las cazadoras de patchwork que diseñó convirtiéndolas en un símbolo de revolución.
Pero ese solo fue el comienzo. Su historia continúa con la palabra Desigual, cosechada por Isabel Coixet, una amiga de Meyer, la cual decía que su estilo no era el mismo que el del resto, que el ofrecía algo distinto, diferente, particular. ¡Y tachán! El nombre estaba decidido, porque no había mejor término que ese para sus creaciones.
La primera tienda se inauguró en el 86, abriéndose camino hacia un universo paralelo, auténtico, libre, optimista, desacomplejado y mediterráneo. A esto le siguió una expansión en multitud de países y desde su sede, establecida en Barcelona, sigue sorprendiendo al mundo tres décadas más tarde.
Desigual puede resumirse en NO al convencionalismo y ADELANTE con la autenticidad. Es la primera marca que decide vestir personas y no cuerpos.
Si lo que te gusta es la ropa singular, colorida y original, no hay duda, Desigual es lo que buscas.
¡Piezas ÚNICAS al igual que tú!
Si quieres saber más sobre Desigual, visita su web: https://www.desigual.com