El neón se ha hecho un hueco en el mundo de la moda a la velocidad de la luz.
Los colores claves son el rosa, naranja, verde y amarillo. La inspiración de estas prendas procede directamente del “glamping” o del “workwear”, que es la ropa que emplean las empresas de seguridad para que se le reconozca entre la multitud.
Firmas como Prada, Dior, Balmain, Balenciaga, Victoria Secret, entre muchas otras, incorporaron los colores flúor en sus últimas colecciones de otoño – invierno. Un absoluto acierto ya que llevábamos tiempo sin ver este tipo de paleta cromática en la cima de la moda.
Prada lanzó su nueva línea, Fluo Collection, mostrando todo tipo de prendas y accesorios muy eléctricos, logrando que el logo de la marca sobresalga.
Después de que las temporadas pasadas, que estuvieran repletas de tonos pastel, como fue el caso del lavanda y el millennial pink, el neón llega a nuestras vidas como una suave brisa, fresca y perfumada.
Una forma de lucir estas prendas es mezclar distintos colores flúor en un mismo outfit, acompañándolo de accesorios minimalistas. Para las más arriesgadas, se puede combinar con estampados, consiguiendo así repartir el protagonismo del look y conseguir un estilo llamativo. Y también puedes sobreponer el neón sobre negro, gris o blanco, consiguiendo así, que reste más la prenda.
Muchas celebridades han optado por estos tonos para sorprender en todas las alfombras rojas del mundo. Y otras muchas han logrado una gran influencia y viralización mediante sus redes sociales y desfiles, como es el caso de las hermanas Hadid, Kim Kardashian y Blake Lively.
Los colores fluorescentes parecían ser una tendencia momentánea, pero ya llevan algunos meses colándose en muchas apariciones y tiene pinta de que se quedarán un rato más iluminando nuestros armarios.