Planifica
Escoge un día de la semana, de preferencia el domingo por la noche, y elabora un programa de entrenamiento realista, antes de que se llenen los espacios en blanco de la agenda con otras prioridades.
Es mejor calidad que cantidad
Entrenar poco es mejor que no entrenar nada.
Si lo que te detiene para entrenar es la falta de tiempo, destina una hora de las 24 que tiene el día para esta actividad. Tomando en cuenta el tiempo que te toma movilizarte, cambiarte y después ducharte, podrías entrenar perfectamente en una hora. El secreto está en hacerlo a consciencia, donde cada minuto valga.
Entrena por la mañana
Madrugar te ayudará a aprovechar de mejor forma el día. Cuando entrenas a primera, no habrá citas que se interpongan en el camino. Al principio te costará un poco, pero en cuanto se vuelva un hábito, estarás en perfecto estado y lleno de alegría.
Establece metas a corto plazo
Fija metas cada semana, y mejor si es específica, por ejemplo: Esta semana correré tres veces, o esta semana iré al gimnasio al menos 3 días.
Una vez que esté por finalizar la semana establece metas para las siguientes 2 semanas, y así vas aumentando paulatinamente. Poco a poco tendrás una rutina definida y cumplida.
A veces dos son mejor que uno
Busca un compañero o compañera de entrenamiento. Establecer el tiempo, el lugar, la distancia o la cantidad de repeticiones os ayudará a tener un compromiso que cumplir. Cuando alguien nos espera, es menos probable poner excusas.
Prepara con antelación
Deja tu outfit listo la noche anterior, desde los zapatos hasta la mochila o bolso que llevarás. De ser posible incluso afloja los cordones de las zapatillas la noche anterior, para que tus pies se deslicen directamente.
De esta manera será mucho más fácil vestirse antes de entrenar, menos probable que pongas excusas, y ganarás unos minutos más de sueño.
No Renuncies
Todos tenemos un mal día, si es necesario reduce tu entrenamiento, pero no tires la toalla por que un día no hayas conseguido sacar tiempo. Entrena aunque sea poco (15 minutos, 10 minutos) cada dos o tres días. Si no pierdes el hábito podrás reanudar una rutina más intensa cuando estés mejor.
Diviértete
Disfrutar de una carrera, una clase de baile, yoga o zumba, etc. Harán que quieras empezar la siguiente. Lo más importante es que te diviertas mientras lo realizas, así siempre querrás más.